“Ustedes son un pueblo elegido, sacerdotes del Rey, una nación santa, propiedad exclusiva de Dios, elegidos para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de la oscuridad a su maravillosa luz” (1 Pedro 2:9).

Este poderoso mensaje captura la esencia de quiénes somos y a lo qué estamos llamados a hacer. Somos más que una iglesia; somos una comunidad comprometida con la difusión integral de la verdad bíblica. Creemos en la importancia de compartir el Evangelio en su totalidad, sin omitir las profundas verdades relevantes para nuestros tiempos. Presentar la Biblia en su integridad es fundamental, ya que el verdadero engaño radica tanto en la mezcla de verdad y error como en la reticencia a compartir toda la verdad.

Nos distinguimos como el movimiento que Dios ha levantado en un tiempo crucial, portadores de un mensaje profético centrado en Cristo y su infinita gracia. Nuestro objetivo es restaurar la verdad completa y preparar al mundo para el esperado regreso de nuestro Señor Jesucristo.

“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado. Y recuerden, estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”
(Mateo 28:19-20, Traducción al Lenguaje Actual).

Inspirados por estas palabras, nos dedicamos a la misión de expandir el mensaje de salvación y esperanza a todos los rincones de la tierra, asegurando que cada enseñanza de Jesús sea compartida y vivida. Con la promesa de Su presencia continua, avanzamos con confianza hacia el cumplimiento de nuestra divina comisión.